Máscaras es el segundo libro
que leo del escritor cubano Leonardo Padura. El anterior fue Herejes y
me pareció tan excepcional que ha sido una de las obras que he recomendado a
todos mis amigos lectores.
El protagonista de Máscaras es también el teniente de
policía Mario Conde que aquí debe investigar el asesinato de un chico
homosexual, Alexis Arayán Rodríguez, cuyo cadáver aparece en el Bosque de la Habana
vestido de mujer.
Averiguo que Máscaras forma parte de la Tetralogía
de las cuatro estaciones y ocupa el lugar que corresponde al verano; antes
están Pasado perfecto y Vientos de cuaresma, después, Paisaje de otoño.
Al situarse las
acciones desarrolladas en el libro en la estación veraniega, el calor predispone a la pereza y al malestar general.
Un malestar que en Mario Conde se agudiza y contribuye a que sea aún más
crítico que de costumbre con la degradación que observa en torno de ambientes y
personas. En ese estado acude a la llamada de un cargo superior que le ordena
investigue la muerte del travesti Alexis Arayán.
La investigación sirve
de excusa a Leonardo Padura para
mostrarnos el mundo homosexual de La Habana en un tiempo en el que la
homosexualidad se consideraba decadente y ridícula, aunque ya no se perseguía y
maltrataba a los homosexuales como había sucedido al principio de la revolución.
Junto a la descripción
de dicho mundo, está la que Padura,
insisto, por medio del teniente Mario Conde realiza de La Habana ciudad y que
ya me impresionó en Herejes. Una
hermosa y antigua urbe que se cae a pedazos, en la que la mayoría de sus
habitantes sufre toda clase de carencias, mientras que las élites políticas,
corruptas casi siempre, disfrutan de las más refinadas comodidades. Una ciudad
en la que la delación y la sospecha, junto a la picaresca, la ocultación y la
mentira, envenenan la vida de la gente que utilizan estas oscuras mañas como
método de supervivencia.
Sin embargo, es
preciso apuntar que las feroces críticas de Padura
dejan siempre entrever un profundo amor por su tierra, aquello de “amo a Cuba porque
no me gusta”, y ese amor se refleja en el modo en el que, a través del teniente Mario Conde, interpreta la
realidad cubana.
Al igual que en Herejes, aunque de forma más breve, en Máscaras confluyen tres historias: la del
asesinato del travesti y su investigación, la del dramaturgo homosexual Alberto
Marqués represaliado por el régimen y la que contiene el relato que inventa
Mario Conde en su afán por convertirse en escritor. Las tres historias hablan
de máscaras, conscientes o inconscientes, que el ser humano usa en sus
relaciones con los demás.
En resumen, Máscaras de Leonardo Padura, escritor que entre otros muchos galardoness ha
recibido el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, es un libro muy recomendable con el que cualquier lector podrá
enriquecerse y disfrutar.
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